La siempreviva mayor es una planta que tradicionalmente ha tenido amplios usos, aunque los más tradicionales han sido para curar quemaduras, sabañones, callos y otras afecciones de la piel. Su poder emoliente es ideal para pieles inflamadas por picaduras, grietas y quemaduras.
El nombre científico Sempervivum tectorum significa “siempre viva en el tejado”, debido a que en el pasado era usual conseguirla en muros y tejados. En el reino Unido, si los galeses encuentran una Siempreviva mayor (Houseleek su nombre común en inglés) en su techo, las mantienen y no las quitan, ya que se cree que si es removida o recogida por un extraño, puede producir mala suerte. Se cuenta que Carlo Magno (742-814 d.C), rey de los francos, mandó que se plantara Sempervivum tectorum en los tejados de las casas de labor imperiales, para que las protegiera de los rayos. Es por esto que también se le conoce con el nombre de barbas de Júpiter, se debe a esta creencia de tener la planta facultades para ahuyentar el rayo.
El botánico Linnaeus menciona que en el siglo XVII los suecos solían cultivarla en sus techos porque ayudaba a preservar la paja utilizada en la construcción de los mismos.
Dioscórides dice que se utiliza el jugo fresco extraído de sus hojas y las hojas frescas. Los componentes mayoritarios son: alcaloides, flavonoides y ácidos orgánicos. Aunque se utiliza poco en fitoterapia, se recomienda en dismenorreas y amenorreas, y en general como astringente. Por vía externa se recomienda para la cicatrización de hemorroides, son útiles para la desaparición de verrugas. Posee la virtud de curar y acelerar la cicatrización protegiendo de cualquier infección y colaborando en la regeneración de la piel.
Para todos los problemas de piel, el tratamiento se puede hacer de dos formas: una de ellas es machacar las hojas y aplicarlas en forma de emplastos sobre la zona afectada, procurando mantenerlo media hora, y esta operación repetirla 3 o 4 veces al día. Y la otra sería aplicar compresas empapadas con el jugo de la planta fresca, con la misma frecuencia que el tratamiento con los emplastos. Este jugo también resulta muy efectivo en caso de padecer hemorroides. Y si el jugo lo mezclamos con miel, tenemos un excelente remedio para hacer lavados, gargarismos y enjuagues bucales en caso de faringitis e irritaciones de la mucosa bucal.
El jugo puede ser utilizado como un purgante si se toma en grandes dosis. Culpeper pensó que era bueno para todos los problemas inflamatorios y que si el jugo se convirtiera en una bebida caliente con miel, podría bajar la temperatura de alguien con fiebre. También consideró que si se colocaban una o dos gotas de jugo en las orejas, curaría el dolor de oídos. También lo usó para tratar la tiña y al parecer también es bueno para el impétigo y la tiña de acuerdo con la investigación médica moderna. También afirmó que “alivia el dolor de la gota”. Otro de los remedios de Culpeper era aplicar el jugo en la frente para aliviar dolores de cabeza.
La investigación médica moderna ha demostrado que la Sempervivum tectorum contiene carbohidratos, ácido isocítrico, ácido cítrico, ácido malico, ácido malónico, aminoácidos libres (asparagina), ácido carbónico phenol, flavonoides y mucílago. Los flavonoides que contiene la Siempreviva Mayor contribuyen a sus propiedades anti-inflamatorias. Así que una vez más, los científicos modernos pueden confirmar lo que los antiguos y campesinos han conocido durante siglos.