La Rhodiola rosea es una planta suculenta, que si bien se cultiva como ornamental, es bien conocida por sus propiedades medicinales. Los tallos y las hojas de esta planta son comestibles. Se usan a veces como alimentos silvestres, crudos o cocidos. Esta planta suculenta originariamente crece sobre suelos arenosos, rocosos, fríos y secos de Siberia.

Propiedades de la Rhodiola rosea

Su uso medicinal se  remonta al médico griego Dioscoride (77 años a.C.). La tradición le atribuye el poder de aumentar la resistencia, la longevidad, el vigor sexual y las capacidades cognitivas. Contiene varios glucósidos, entre ellos la rosavina y el salisósidro, a los que se atribuyen sus propiedades medicinales.

Gracias a los componentes rosavina y salidrosido (componentes activos) se mejora la producción de serotonina y dopamina en los receptores opioides de las neuronas, como lo son la beta-endorfina, por lo que es excelente para combatir la depresión.

Los primeros estudios científicos rusos y escandinavos que convalidan estas aplicaciones empezaron en los años 1960. Se considera desde entonces a la Rhodiola rosea como uno de los primeros adaptógenos. En los últimos años, la rodiola ha alcanzado una gran popularidad como hierba que alarga la vida.

Se afirma que las hojas se pueden usar como las hojas de Aloe vera para calmar quemaduras, picaduras y otras irritaciones. Se ha utilizado una pasta de la raíz para ayudar a curar las heridas. Ha habido una gran variedad de estudios realizados sobre las raíces de estas plantas, que es donde se pueden encontrar la mayoría de los nutrientes. Estas raíces pueden secarse, pulverizarse y convertirse en un té muy beneficioso, que se ha utilizado en las medicinas tradicionales indias y chinas durante siglos. Inicialmente se popularizó por su impacto en el estrés y la ansiedad, pero las investigaciones posteriores han identificado una serie de otros problemas de salud que pueden tratarse con esta versátil suculenta.

Fue utilizada por los vikingos para darles más fuerza para sus largos y arduos viajes. Diversos estudios han demostrado que los componente de la Rhodiola rosea parecen ser útiles en la prevención de diversos tipos de enfermedades causadas por la falta de oxígeno.

La rhodiola o raíz ártica mejora el rendimiento físico y mental y refuerza las defensas inmunitarias, aunque debe consumirse con prudencia al producir sobreestimulación y estreñimiento.

Puede consumirse en te o infusión con la raíz disecada o también  pueden encontrarse suplementos de Rhodiola rosea

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