La Salicornia europaea conocida también como espárrago de mar, es una suculenta que  suele encontrarse en las costas con suelos salados y periódicamente inundados. En la antigüedad esta planta se utilizaba para obtener ceniza de sosa o carbonato de sodio, porque tiene un alto contenido en sal, lo que la hacía interesante para la fabricación de productos como el jabón o el vidrio, hasta que se dejó de utilizar este procedimiento a mediados del siglo 19.

En cuanto a su uso medicinal, es una planta rica en sales de yodo, de sodio y de potasio. Se le considera una planta antiescorbútica, y para ello se recomienda emplear el zumo “fresco”, recién extraído comprimiendo la planta con fuerza, pero suavemente en un mortero.

Cuando la planta madura , las puntas se vuelven leñosas y se cubren con semillas pequeñas, que se utilizan para obtener aceite.

Componentes activos de la Salicornia:

Proteínas , minerales, ácidos grasos esenciales, ácido graso  poliinsaturado  linoléico, alcohol cerílico, esterina, ácido resinoso, ácidos grasos,  colina,  glicerina,  flobafeno, materias  tánicas, betaina, azúcar invertido,  polisacáridos,  ácido oxálico.

Desde el punto de vista culinario, la Salicornia europaea o espárrago de mar ha ido calando espacios en la gastronomía gourmet. Su sabor puede asemejarse al de algunas algas dada su salinidad, pero no sabe salada, y su textura crujiente es comparable a los espárragos trigueros y es ideal para acompañar pescados y mariscos. Según los expertos cocineros, también resulta excelente servirla cruda para ensaladas o cocida y mezclada con otras verduras.

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